Por definición, las emociones son «alteraciones del ánimo intensas y pasajeras, agradables o penosas, que van acompañadas de cierta conmoción somática» (RAE). También derivan del latín emotio, que significa “movimiento”, “impulso”. Resalto lo siguiente:
- Son temporales… ¡Recuerda siempre eso!
- Pueden sentirse como gratas o como desagradables.
- Van acompañadas de una sensación corporal (recuerda prestar atención a este lenguaje de tu cuerpo).
- Generan un impulso.
Son valiosos indicadores de lo que sucede en nuestro interior y podemos aprovecharlas para «darnos cuenta» de procesos personales que necesitamos gestionar. Sin embargo, por muchos factores, los seres humanos tenemos la tendencia a abordar las emociones desde dos extremos: Por un lado, FUSIONARNOS con ellas, de modo que llegamos a definirnos a través de las que consideramos que nos caracterizan y además, actuamos bajo su gobierno. O por otro lado, optamos por REPRMIRLAS/JUZGARLAS/NEGARLAS dependiendo de la creencia o intensidad de malestar que asociamos a ellas. Pero podemos recibir acompañamiento para ir caminando hacia un sano equilibrio: reconocerlas, acogerlas, interiorizar su mensaje y soltarlas. 🙂
Hay cosas bonitas que podemos ir practicando en relación con nuestras emociones:
- Recuerda que Escucharlas no significa identificarse con ellas ni actuar en base a ellas.
- Todas las emociones están presupuestadas dentro de nuestra configuración y son igualmente válidas.
- En realidad no existen emociones «positivas» y «negativas». Solo observa que unas se sienten como agradables y otras no.
- Al intentar gestionar una emoción conflictiva, intenta preguntar a tu inconsciente con gentileza si detrás de ella hay otras emociones más profundas y/o creencias (raíces) que la han generado. Nuestra actitud de escucha y silencio puede abrir puertas hermosas de autoconocimiento.
- Practica el rol de OBSERVADOR(A) de tus emociones. Intenta mirarlas (aún sintiéndolas) como si fueras una tercera persona en la escena, solo un narrador testigo. Observa cómo se sienten en tu cuerpo, observa la circunstancia que la desencadena, observa lo que sucede en varios ángulos o desde arriba. Te ayudará a darte cuenta que NO ERES TU EMOCIÓN,pues no podemos separarnos ni siquiera en la imaginación de lo que verdaderamente somos en esencia.
- Exprésalas! Sean agradables o no, procura expresarlas en los primeros 90 minutos. Al menos, durante las 24 horas después de haberlas sentido. Puede ser escribiendo en un diario personal de emociones, o a través de la actividad física, del llanto, de la conversación con alguien cercano, del dibujo, pintura, canto, danza o cualquier arte… EXPRESAR significa EX – PRESAR: LIBERAR LO QUE ESTÁ PRESO. Y hace parte del flujo natural y saludable de nuestra naturaleza emocional.
- Cuando desees herramientas para comprenderte mejor y gestionar más armónicamente tus emociones, pedir acompañamiento es una grandiosa opción!
Tips para gestionar emociones conflictivas
- Toma unos minutos para estar contigo, acogerlas y sentirlas.
- Evita negar o juzgar lo que sientes.Acepta que las emociones están allí.
- Exprésate con alguien de confianza.
- Si no se puede con alguien, exprésate de un modo liberador para ti: la escritura, el movimiento, canto, arte.
- Recuerda que tus emociones no te definen. Eres más que ellas.
- Si te generan malestar permanente o te sientes sobrepasado, busca apoyo profesional.
Te envío mi abrazo y te acompaño.
Dorian 👋🏻
