Te sientes bloqueado para dar tu siguiente paso a nivel profesional y sospechas que se debe a tu miedo al fracaso? Te sugiero que sospeches que debajo del miedo al fracaso puede estar escondido algo más… A veces no es solo miedo al fracaso, a veces más profundamente puede estar oculto nuestro miedo a tener éxito y no saber cómo hacerle frente. Suena algo «ilógico» cierto? Parece. Por eso es más fácil racionalmente reconocer solo el miedo al fracaso. Pero muchas más personas de las que imaginamos guardamos en nuestro inconsciente creencias limitantes y bloqueos respecto a los logros. Te doy algunas pistas para que explores en ti:
1- Si inconscientemente guardamos lealtad a nuestros padres o familiares que no lograron el éxito profesional, es posible que nosotros limitemos nuestro alcance, en solidaridad a su destino.
2- Si en nuestra familia ha existido una historia conflictiva con el dinero y la creencia que se te transmitió dentro del sistema tiene que ver con la percepción del dinero como un problema, entonces puede ser que anules tus posibilidades de construir un camino de abundancia.
3- Si en tu familia, las personas que alcanzaron éxito profesional fueron las que despreciaron a otros miembros o tuvieron comportamientos reprochables, o no supieron manejar su posición, puede ser que evites llegar a desarrollarte plenamente, para no repetir la misma historia y no generarle sufrimiento a tus seres queridos.
Y en conjunto con esto, también pueden jugar: nuestro síndrome del impostor, nuestras inseguridades alimentadas por eventos en nuestro pasado e inclusive, siguiendo las ideas anteriores, sentimientos que en realidad son de otras personas de nuestra familia, pero nosotros las llevamos como si fueran nuestras. Va creciendo en nosotros entonces este miedo a salir a la luz, a desplegar todo lo que somos, como un «Miedo a los propios talentos» y se ha descrito esta manifestación como el Síndrome de Jonás en la psicología. Si recordamos la historia Bíblica, Jonás era un profeta y recibe un llamado de parte de Dios para cumplir una misión: llevar a los habitantes de la ciudad de Nínive a la toma de conciencia sobre sus acciones malvadas y arrepentirse. Pero a Jonás le genera resistencia la idea de predicar en Nínive, se atemoriza y decide huir de la misión y de la presencia de Dios. El punto llamativo de la historia es que en esta huida, Jonás termina pasando unos días dentro de las entrañas de un gran pez, tiempo en el que hace introspección y decide cumplir su propósito finalmente.
Siéntate unos minutos contigo mismo. En lo profundo de ti, sabes que tienes un propósito, que como a Jonás, te ha producido miedo y aunque te inspira… También hay algo más fuerte que te detiene, que te atemoriza y quizá te impulsa a correr hacia la dirección contraria, esconderte o quedarte inmóvil al borde del camino, como diría el poeta Mario Benedetti.
Explora estas pistas que te di anteriormente, anímate a buscar acompañamiento para trabajar en tu interior y liberar aquello que te ha venido atrapando. Porque tú mereces salir a la luz, existir para el mundo. Y el mundo, merece recibir el privilegio de todo lo que tú eres y puedes aportarle.